Cuaresma2024

– Señor, que estuviste muerto en el regazo de tu Madre: perdóname por no acompañar intensamente a Nuestra Señora en tu pasión, que fue la suya. – Señor, que, al ser sepultado penetraste en el interior de la tierra: perdóname, porque aún no te he dejado penetrar de veras en mi corazón. l – Señor, que fuiste despojado de tus vestiduras: perdona mi falta de desprendimiento y de pobreza, mis apegos, mi ambición y mi codicia. – Señor, que fuiste clavado en la cruz para cumplir los designios de tu Padre: perdona mis rechazos a clavarme a mi deber, a mi trabajo, a mis compromisos, a la voluntad de Dios en mí. – Señor, que perdonaste al ladrón arrepentido: perdona mi falta de reconocerme pobre pecador necesitado de perdón. – Señor, que padeciste insultos e injurias en la cruz: perdona mis impaciencias, mi falta de mansedumbre, mi ira, indignaciones, ofensas a los demás. – Señor, que en la cruz nos diste a tu Madre por nuestra: perdona mi falta de sincera piedad mariana. – Señor, que padeciste sed: perdona mi falta de voluntad de satisfacer tu sed con una entrega decidida. – Señor, a quien dieron vinagre: perdona mi búsqueda de satisfacciones y mi falta de mortificación. – Señor, que padeciste tres horas de agonía: perdona mi rebeldía ante el sufrimiento. – Señor, que dijiste: «Todo lo he cumplido»: perdona mi falta de identificación con la voluntad de Dios. – Señor, que, inclinando la cabeza, entregaste el espíritu: perdona mi resistencia de morir a mi egoísmo. – Señor, que derramaste de tu herida sangre y agua, símbolo del bautismo y la Eucaristía: perdona mi falta de estima y preparación a los sacramentos. 20 Examen de conciencia Examen de conciencia 21

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